¿De quién aprendí todo lo que sé?, ¿de quién heredé esas ansias por escribir y conocer?, ¿quién me enseñó a ser paciente y perdonó mis errores?. Me habéis enseñado vosotros, abuelos. Mis abuelos y todos los muchos abuelos que he conocido. Los abuelos, desde los estrados, sentados en sus sillas bajas, en sus mecedoras, en el asiento del bus; dando clase, tejiendo, leyendo, escribiendo, y por que no, blogueando,..., me enseñaron con sus historias el auténtico valor de la vida, del momento. Me hablaron de la futilidad de lo material, de la insensatez de las guerras, de la necedad del odio, de la necesidad del otro, de escuchar y ayudar. Aún recuerdo las palabras de mi profesor, mis arrugas no son sino los surcos que la experiencia grabó en mi alma, y no hay bisturí que las elimine. Dejemos pues hablar a la experiencia, que su sensata voz también llene la red. A tal fin, os recomendamos visitar el blog de apoyo al premio María Amelia López Soliño. Inspirado en la figura de Maria Amelia Lòpez Soliño, este blog tiene como objetivo recabar apoyos para la instauración de un PREMIO INTERNACIONAL PARA BLOGUEROS MAYORES. El propósito es fomentar su integración en el mundo tecnológico e internet como medio de combatir el aislamiento en que muchas veces viven, así como animarles a mantenerse intelectualmente activos y a tener una mayor participación social.
Más información: http://premiomariaamelialopez.blogspot.com/
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