Se acaba un mes de Febrero que ha sido un abracadabrante montaña rusa de emociones. Un mes duro, difícil de asimilar: tanta mala noticia, tanto desencuentro y desencanto. Quiero creer que todo esto pasará y saldremos de ello más fuertes y unidos que antes. De momento, quiero pensar en el amor y la esperanza, en el poder que tiene la palabra para traspasar fronteras; pensar que hemos vivido mucho tiempo de espaldas a los demás y necesitamos más que nunca vivir de frente; pensar que cualquier pequeño gesto puede ayudar, pensar que lo que tenga que ser,será y tengo que ser yo quien hable o grite para denunciarlo, aceptarlo o cambiarlo. Quiero seguir amaneciendo con una sonrisa y un beso prendidos en la comisura de mis labios; quiero seguir teniendo y repartiendo esperanza; quiero seguir siendo feliz con lo poco que necesito y lo mucho que me necesitan; quiero seguir escribiendo para que tú me leas, me critiques, me censures, me borres,...; quiero seguir siendo libre de pensamiento, palabra y obra; quiero seguir emocionándome con tus abrazos; quiero seguir tendiéndote mi mano cuando me necesites; quiero seguir luchando por mañana,...; quiero seguir creyendo que, aunque mañana nada sea igual, me levantaré y tendré fuerzas para decirte lo mucho que te quiero. Pues es eso, sólo eso, lo que nos hace únicos y dignos de recuerdo: el amor por todo y todos lo que nos rodean.
Video: DCC. Youtube
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