De una belleza fría y algo distante, Grace Kelly fue la segunda actriz de aquella época dorada del cine americano que se convirtió en princesa -antes que ella, en 1951 Rita Hayworth ya se había casado con Alí Khan. En ambos reinados, el del celuloide y el del Principado de Mónaco, Grace Kelly siempre supo mantener un aura de elegancia y refinamiento. Ese aire aristocrático, distante y contenido en el sentimiento, que desprendía la convirtieron en musa de Hitchcock, “cisne” de Hollywood y, finalmente, en princesa de Mónaco. Un final de cuento de hadas muy del gusto de la época, en el que Grace consiguió hacerse querer y ser aceptada por Mónaco poniendo punto final a una rápida y fulgurante carrera cinematográfica e iniciando otra como princesa, esposa y madre.
Ese glamouroso y refinado estilo que hizo de ella icono y mito de una época es ahora objeto de una exposición en el Victoria & Albert Museum de Londres. Del 17 de abril al 26 de septiembre de este año, el museo expondrá unos 50 vestidos pertenecientes a Grace Kelly, 35 de ellos de alta costura: firmados por sus diseñadores favoritos, los más importantes de las décadas de los 60 y 70.como Dior, Balenciaga, Givenchy e Yves Saint Laurent. Los modelos irán acompañados de sombreros, joyas y el original bolso Hermes que la princesa popularizara. Entre los vestidos expuestos destacan los de sus películas, así como el que lució la noche que recibió el Oscar en 1955. La muestra se acompaña de clips, posters, fotografías y la estatuilla del Oscar.
Foto: art.com; Video: Youtube
No hay comentarios:
Publicar un comentario